Las preguntas que motivaron el estudio que realizamos en relación con nuestro viaje a Rapa Nui fueron: ¿Son elípticas las bases de piedra de las hare paengas? ¿Usaron los Rapanui la técnica de dos focos para construir las hare paenga? Y, ¿hay matemática incluída en la escritura de Rongorongo? Hemos respondido la primera pregunta en este artículo, gracias en parte a la confirmación proporcionada por el estudio de las imágenes recogidas a través de los drones y tecnología LiDAR. Sin embargo, la respuesta a la segunda pregunta sigue siendo un misterio matemático. El encontrar una descripción del calendario lunar en algunas de las tabletas de Rongorongo proporciona un primer paso para responder a la tercera pregunta, pero queda mucho estudio para descifrar completamente las tabletas.
Una de las dificultades para responder a la segunda pregunta es la limitada información disponible, ya que hoy sólo sobrevive un pequeño número de hare paenga. Métraux [1971, 195] cree que, si bien las hare eran comunes, las hare paenga a base de piedra no eran tan comunes y eran un reflejo de riqueza y estatus. Lamentablemente, muchas de las bases de piedra de hare paenga fueron reutilizadas más tarde en la construcción de muros, casas de piedra y otras viviendas. En la imagen de abajo, que representa el interior de un refugio subterráneo llamado ana kionga o hare kionga, el lector puede ver cómo se utilizó bases de hare paenga para construir una pared interior [McCoy 1976, 38].
Figura 17. Estructura construída reusando piedras hare paenga en McCoy 1976.
En 1916, Edwin Ferdon llamó la atención sobre los parecidos entre los planos de planta de las casas de Orongo y las hare paenga. Las casas de Orongo, construidas en el pueblo ceremonial de Orongo, eran estructuras permanentes a las que los participantes de alto rango en las ceremonias podían regresar cada año. Se cree que el exterminio de los bosques fue la causa de la aparición de este tipo de construcción de casas de piedra [McCoy 1976, 151].
Es bastante frustrante leer la poca atención y los pocos fondos que se ha dedicado a la restauración y preservación de los sitios arqueológicos en la isla. Además, algunos de los trabajos de restauración no se han realizado de una manera que conserve su autenticidad [Ramírez 2016, 138–141]. En la década de 1960, la construcción del primer aeropuerto de la isla utilizó excavadoras que retiraron miles de toneladas de la capa superficial del suelo que contenían material arqueológico que incluía piezas de moais, cimientos de casas y una figura de piedra que se cree que contenía elementos astronómicos [Ramírez 2004, 493]. Quisieramos motivar a los lectores a unirse a nosotros para identificar y apoyar a las organizaciones que trabajan para proteger el patrimonio arqueológico y ecológico de Rapa Nui. Además, esperamos que algunos lectores de este artículo puedan llegar a ser—o les enseñen a los estudiantes que serán—los futuros arqueólogos, antropólogos y matemáticos que resuelvan los misterios matemáticos de esta isla tan especial.